En 2005, Gable y Haidt revelaron que de media tenemos tres veces más experiencias positivas que negativas pero que nuestro cerebro tiende a fijarse en lo negativo y a olvidar lo positivo.
Tenemos un cerebro entrenado para sobrevivir que presta siempre especial atención a lo amenazante pudiendo acabar "obsesionado" con las situaciones tristes, con lo incómodo, con lo peligroso... De hecho si ahora mismo pusiera un collage con imágenes positivas (pasteles, rosas, playas) y negativas (arañas, incendios, serpientes) ¿Qué serías capaz de encontrar más deprisa, las imágenes positivas o las que sugieren peligro? Se ha estudiado multitud de veces dando siempre el mismo resultado, independientemente de la edad, raza o género. Tu mente te llevará a lo negativo antes que a ninguna otra cosa.
¿Cuál sería la estrategia para controlar o evitar este sesgo negativo?
La gratitud.
Muchos estudios (Moskowitz et al 2017, Cheung et al 2018, Redwine et al, 2016) indican que las personas más agradecidas tienden a mostrar menos problemas físicos, valoran sus vidas más positivamente, viven de forma más sana y alcanzan más rápidamente sus metas.
¿Cómo podemos entrenar a nuestro cerebro en positivo para que sea más "agradecido"?
1. Por la noche piensa en las cosas positivas que te han pasado a lo largo del día. O tómate un descanso en cualquier momento y piensa en las cosas positivas que te están sucediendo.
2. Lleva un diario. Convierte en un hábito escribir cosas por las que estás agradecido/a. Intenta hacer una lista de varias cosas. Lo puedes escribir en notas de tu móvil o cómprate una libreta bonita donde además puedas poner fotos, recortes...
3. Saborea tus experiencias. Intenta sentir los momentos positivos a medida que van sucediendo.
4. Revive los buenos tiempos. Trae a tu presente los momentos positivos de cualquier tiempo pasado después de pensar en ellos o puedes compartirlos con otros.
5. Escribe a alguien. Escribe una carta o un mensaje a alguien con quien te sientas agradecido/a. No tienes que enviarla pero si la envías mejor aún.
6. Haz una visita. Dile a alguien que estás agradecido.
Muchas cosas buenas que te han ocurrido a lo largo del día han pasado desapercibidas porque tu mente no las ha registrado, no le han parecido importantes... Anótalas en un papel, crea una nueva memoria positiva en tu cerebro. Recuerda, busca en tu interior y apunta detalles sencillos, como la belleza de un cielo azul o gris, un paseo con tu hijo o pareja, una sonrisa de una compañera o de un amigo, una palabra de aliento de algún conocido, un abrazo, un beso...
No olvides que tenemos el triple de experiencias positivas haz que sean lo más importantes de tu vida.
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