En realidad somos emociones, en forma de pensamientos, acciones… La emoción es algo que cambia constantemente, aparece y desaparece e incluso está sometida a variaciones a lo largo de nuestra vida en función de la etapa en la que nos encontramos. Si estamos atravesando una etapa feliz y tranquila, sin problemas o preocupaciones importantes, el estado emocional tiende a ser más estable, aparecen menos emociones de las que luego veremos se llaman "negativas"; si por el contrario estamos en momentos de grandes cambios o aparición de nuevas situaciones (cambiar de casa, de trabajo, de compañeros, bodas, separaciones, bautizos, fallecimientos…) nuestras emociones se ponen en marcha y es más frecuente que aparezcan (tanto las emociones positivas como las negativas).
Sentir emociones es bueno en términos generales, es la prueba de que uno está "vivo" y reacciona ante lo que le ocurre o lo que acontece a su alrededor. Que aparezca una emoción es el signo o señal de que algo es lo suficientemente importante para hacernos reaccionar.
Ya que al fin y al cabo somos en nuestra concepción y desarrollo estados emocionales en "movimiento", nos sentiremos mejor cuánto más conozcamos y "controlemos" nuestras emociones y como no..., las de los demás.
En el Programa Ulises (monitor y alumnos), (elaborado por Comas, R; Moreno, G; y Moreno, J; 2002) aparece, de forma espléndida, especificado el mundo de las emociones; los autores comentan que cuando aparece una emoción debemos:
1. Saber reconocerla. ¿Qué tipo de emoción es?
2. Saber clasificarla en positiva o negativa.
3. Aprender a expresarla del modo más adecuado para nosotros y la relación con nuestro entorno. Reprimir la emoción nos perjudica, sobre todo si es negativa, porque puede hacer que esa emoción negativa dure más tiempo y prolongue nuestro malestar. Tampoco es apropiado en ocasiones, pues puede producir efectos no deseados, expresar libremente y sin medida la emoción. La expresión de las emociones requiere que seamos capaces de "dominarlas", modularlas y darles una forma de expresión adecuada. A esto es a lo que llamamos autocontrol emocional.
4. Si es negativa es el "aviso" de que tenemos que actuar para resolver la causa o el problema que la ha producido.
Añaden que:
Las emociones afectan tanto a la manera como pensamos, como a las reacciones que se producen en nuestro cuerpo, y que lo que pensamos y las reacciones emocionales de nuestro cuerpo se relacionan entre sí.
De modo que:
· Si aprendemos a controlar nuestros pensamientos, controlaremos mejor nuestras emociones.
· Las emociones afectan tanto a las reacciones que se producen en nuestro cuerpo como a nuestros pensamientos.
· Cuando nos enfrentamos a alguna situación que nos provoca miedo, ansiedad, o enfado, los mensajes que nos lanzamos a nosotros mismos influyen en la manera en que nos sentimos.
· Por eso, si aprendemos a controlar nuestros pensamientos, controlaremos mejor nuestras emociones.
· Si queremos aprender a controlar nuestras emociones, debemos aprender formas de controlar nuestra manera de pensar y formas de dirigir las reacciones de nuestro cuerpo.
· Pararnos a pensar, hablar con nosotros mismos nos permite analizar de manera realista la situación y de ese modo controlar mejor nuestras emociones y actuar de modo más eficaz.
· Es importante que aprendamos a controlar cualquiera de estos elementos, ya que así seguro que las cosas nos saldrán mejor, a la vez que estaremos más contentos con nosotros mismos y con los demás.

http://www.slideshare.net/Monerris/emotalk-entender-y-usar-las-emociones-en-comunicacin/1
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