Muchas veces creemos que la vida nos dice NO, cuando tan solo nos quiere decir ESPERA...
Durante un tiempo esperé para construir una nueva terapia psicológica en formato de ayuda emocional. Es el momento de empezar a ponerla en práctica. A partir de octubre de 2016 abrimos para tod@s vosotr@s el cajón de mis sueños hechos realidad para poder ofrecer la mejor psicología de apoyo que podáis imaginar.
(Solicitar Información y citas en metodoiris.parraga@gmail.com, cita telefónica a partir de septiembre en 639586666)
Parte 1ª Emociones:
Hoy no es un día de historias ni de cuentos... hoy es un día de ilusiones y realidades. Empezaré diciendo que la magia es magia y no ilusión. La magia pudiera ser el engaño de nuestra mente a través de la percepción de nuestro entorno, pero si somos capaces de convertirla en ilusión la magia nos inundará y nos hará crecer desde dentro. La Magia hecha ilusión es el motor que nos puede hacer seguir adelante..., nada más... y nada menos.
Nuestra vida está llena de grietas y cicatrices, de pequeñas y grandes cicatrices, pero también de pequeños y grandes sueños. Y todo esto se construye a partir de nuestras emociones.
Ante todo, SOMOS EMOCIONES, no hay más ni menos. Nuestra
emocionalidad da respuesta y es respuesta de nuestras acciones,
pensamientos, razonamientos, sentimientos, sueños, ilusiones…
Las emociones son la prueba indiscutible de que estamos vivos, ya que son reacciones naturales ante lo que vivimos, siendo a su vez un instrumento de relación con los demás.
Las emociones son la prueba indiscutible de que estamos vivos, ya que son reacciones naturales ante lo que vivimos, siendo a su vez un instrumento de relación con los demás.
Pero la emocionalidad además de
vivirla hay que ser capaz de expresarla, para ello es necesario aprender
a dominarla, modularla y darle la forma de expresión más adecuada. Sin
duda esto es el Autocontrol Emocional.
Es importante que aprendamos a
conocer nuestro repertorio de emociones, para poder ajustar nuestras
reacciones emocionales. Las emociones son algo esencialmente humano, que
cada uno siente y manifiesta de modo particular; la capacidad de
emocionarse forma parte de la personalidad de cada uno.
Si aprendemos a controlar nuestros pensamientos, controlaremos mejor nuestras emociones.
Si queremos aprender a controlar nuestras emociones, deberemos aprender estrategias para controlar nuestra manera de pensar, sentir, razonar, actuar e incluso de percibir. Las emociones afectan tanto a las reacciones que se producen en nuestro cuerpo como a nuestros pensamientos.
No se trata de “controlar” en forma de automatizar procesos, cual máquinas, sino de generar estrategias adaptadas a una mejor respuesta en cada momento o circunstancia que nos toque vivir…
Las emociones son un tipo de reacción que todo ser humano experimenta
ante los hechos que le ocurren o las circunstancias a las que nos vemos
expuestos cada día.
En realidad somos emociones, en forma de pensamientos, acciones… La emoción es algo que cambia constantemente, aparece y desaparece e incluso está sometida a variaciones a lo largo de nuestra vida en función de la etapa en la que nos encontramos.
En realidad somos emociones, en forma de pensamientos, acciones… La emoción es algo que cambia constantemente, aparece y desaparece e incluso está sometida a variaciones a lo largo de nuestra vida en función de la etapa en la que nos encontramos.
Si
estamos atravesando una etapa feliz y tranquila, sin problemas o
preocupaciones importantes, el estado emocional tiende a ser más
estable, aparecen menos emociones de las que luego veremos se llaman
"negativas"; si por el contrario estamos en momentos de grandes cambios o
aparición de nuevas situaciones (cambiar de casa, de trabajo, de
compañeros, bodas, separaciones, bautizos, fallecimientos…) nuestras
emociones se ponen en marcha y es más frecuente que aparezcan (tanto las
emociones positivas como las negativas).
Sentir emociones es bueno en términos generales, es la prueba de que uno está "vivo" y reacciona ante lo que le ocurre o lo que acontece a su alrededor. Que aparezca una emoción es el signo o señal de que algo es lo suficientemente importante para hacernos reaccionar.
Ya que al fin y al cabo somos en nuestra concepción y desarrollo estados emocionales en "movimiento", nos sentiremos mejor cuánto más conozcamos y "controlemos" nuestras emociones y como no..., las de los demás.
Cuando aparece una emoción debemos:
1. Saber reconocerla. ¿Qué tipo de emoción es?
2. Saber clasificarla en positiva o negativa.
3. Aprender a expresarla del modo más adecuado para nosotros y la relación con nuestro entorno. Reprimir la emoción nos perjudica, sobre todo si es negativa, porque puede hacer que esa emoción negativa dure más tiempo y prolongue nuestro malestar. Tampoco es apropiado en ocasiones, pues puede producir efectos no deseados, expresar libremente y sin medida la emoción.
4. Si es negativa es el "aviso" de que tenemos que actuar para resolver la causa o el problema que la ha producido.
Las emociones afectan tanto a la manera como pensamos, como a las reacciones que se producen en nuestro cuerpo, y lo que pensamos y las reacciones emocionales de nuestro cuerpo se relacionan entre sí.
De modo que:
1. Saber reconocerla. ¿Qué tipo de emoción es?
2. Saber clasificarla en positiva o negativa.
3. Aprender a expresarla del modo más adecuado para nosotros y la relación con nuestro entorno. Reprimir la emoción nos perjudica, sobre todo si es negativa, porque puede hacer que esa emoción negativa dure más tiempo y prolongue nuestro malestar. Tampoco es apropiado en ocasiones, pues puede producir efectos no deseados, expresar libremente y sin medida la emoción.
4. Si es negativa es el "aviso" de que tenemos que actuar para resolver la causa o el problema que la ha producido.
Las emociones afectan tanto a la manera como pensamos, como a las reacciones que se producen en nuestro cuerpo, y lo que pensamos y las reacciones emocionales de nuestro cuerpo se relacionan entre sí.
De modo que:
- Si aprendemos a controlar nuestros pensamientos, controlaremos mejor nuestras emociones.
- Las emociones afectan tanto a las reacciones que se producen en nuestro cuerpo como a nuestros pensamientos.
- Cuando nos enfrentamos a alguna situación que nos provoca miedo, ansiedad, o enfado, los mensajes que nos lanzamos a nosotros mismos influyen en la manera en que nos sentimos.
- Por eso, si aprendemos a controlar nuestros pensamientos, controlaremos mejor nuestras emociones.
- Si queremos aprender a controlar nuestras emociones, debemos aprender formas de controlar nuestra manera de pensar y formas de dirigir las reacciones de nuestro cuerpo.
- Pararnos a pensar, hablar con nosotros mismos nos permite analizar de manera realista la situación y de ese modo controlar mejor nuestras emociones y actuar de modo más eficaz.
- Es importante que aprendamos a controlar cualquiera de estos elementos, ya que así seguro que las cosas nos saldrán mejor, a la vez que estaremos más contentos con nosotros mismos y con los demás.
José Manuel Párraga Sánchez
Doctor en Psicología
Fotografias del autor con derechos reconocidos
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