31 de agosto de 2022

Entendiendo la depresión

Vivo en una pequeña ciudad de unos 40.000 habitantes. Siendo fieles a la incidencia nacional puedo afirmar que unas 2.000 a 3.000 personas están sufriendo depresión ahora mismo a mi alrededor y que casi 10.000 la sufriremos a lo largo de nuestras vidas. Y no solo es ese sufrimiento atroz que sólo quien lo padece podría explicar sino que nunca se llega a entender y no solo quien lo sufre sino quienes con ellos conviven... algo que lo hace aún más insoportable.

Suelen decirles... porque no sales a la calle, porque no sonríes es muy fácil, arréglate, péinate un poco...

¿Le exigirías a una persona que padece diabetes que pusiera de su parte y se esforzara en sintetizar insulina?

Sin embargo a los que sufren de depresión se les exige ese esfuerzo, un poco de voluntad, que pongan de su parte... sin darse cuenta que la depresión no es cuestión de voluntad y mucho menos de una falta de voluntad. Y los mecanismos que la provocan se parecen, mucho más de lo que se piensa, a una enfermedad biológica más que psicológica.

Intentaré de una manera sencilla, explicar los últimos estudios científicos que avalan esta hipótesis que puede ser el inicio, o al menos una pequeña luz al final de este túnel de penumbra que nadie debería de atravesar nunca pero que sin embargo no va a ser así, sino todo lo contrario.

Antes de finalizar esta introducción un dato más que no podemos olvidar. Siguiendo los datos de incidencia nacional, en mi pequeña gran ciudad a lo largo de este año 4 personas decidirán no seguir viviendo. No creo que haya mayor sufrimiento.

Creo que estamos obligados a conocer mucho más de esta pandemia para la que no existe vacuna... ni existirá, pero de momento "Acompañar" puede ser un buen inicio.

 

Una batalla constante

...un sufrimiento que roza lo absurdo, lo increíble, lo inimaginable. Un dolor de angustia y desesperación. Un querer y no poder, pero deseando poder. Un agotamiento incontestable como si hubiera vagado por el desierto durante horas buscando un pequeño oasis. Un querer hablar y no poder articular palabra, querer gritar y apenas un pequeño susurro de desesperación saliendo por entre los labios. Queriendo ser feliz y sonreír y disfrutar con la familia o dejarse llevar por una bella canción y un baile de alegría. Pero la realidad es la desolación y la frustración por no encontrar el "cómo" salir de allí. Consumiendo una energía que no se tiene para mostrarse ante el mundo como una persona normal y esperando que antes o después todo esto desaparecerá solo. Pero no es así.

Tristemente... ¿Cuántas personas podéis llegar a sentiros de esta manera? En una batalla constante de 24/7/365. Sabéis de lo que hablo ¿Verdad?

...y a su alrededor todo se desmorona, sus personas cercanas, inclusive los que les quieren no llegan a entenderle ni a entenderlo o directamente no le creen y lo que es peor aún, tampoco se es capaz de explicarlo.

...un sudor recorre la nuca, la respiración es agitada, el corazón parece salirse por la boca, la barriga no entona una canción dulce sino más bien un ruido desesperante y doloroso. Duele todo, todo... duele el alma y la vida. ¿Dormir? Cada pequeño sueño se convierte en una pesadilla. ¿Quién pudiera dormir? Pero peor es la angustia, la desesperanza, el abatimiento, la incomprensión.

Pero vamos a hacer un esfuerzo por entender lo que puede estar pasando... Aunque más adelante os hable de la biología, de la neurología y de la evolución, debemos empezar por lo que a mí me parece el principio sin llegar a serlo exactamente.


Primer Paso: La triada cognitiva.

Fue Beck, un psiquiatra estadounidense, quien expuso una de las primeras teorías de la génesis de la depresión y que a mi modo de ver todavía sigue vigente (eso sí sumado a otros nuevos descubrimientos de los que ya os hablaré). Y la publicó justamente un año antes de que yo naciera. En resumen, se basa en nuestras creencias e interpretaciones de la realidad que distorsionarán la información debido a la ratificación constante de esas creencias en base a la visión negativa de uno mismo, del mundo y del futuro. Perpetuándose en el tiempo en una triada negativa producida por el desvío selectivo de: la ATENCIÓN (al centrarse en aspectos negativos), de la INTERPRETACIÓN DEL MUNDO (al ver sólo la mitad vacía del vaso) y de la MEMORIA (al recordar preferentemente sucesos que confirmen sus creencias) ... "Todo me pasa a mí", "Todo está en mi contra", "No sirvo para nada ni para nadie", "No puedo porque no soy capaz"... ¿Os suena? 

Ahí es cuando comienza el proceso autodestructivo de una manera inconsciente, se empieza a destruir nuestra autoestima y comienza a rodearnos el oscuro fantasma de la negatividad que nos acompañará de una manera continua y absorbente.

¿Y ahora qué hago? Seguir caminando e intentar comprender, porque entendiendo "los por qué" podremos descubrir "los cómo".

¿Por qué atardece? Porque la tierra gira sobre sí misma. Ahora esto que todos sabemos, durante miles de años fue desconocido o interpretado de maneras no correctas. Cuando descubramos el por qué o los por qué de la depresión sabremos cómo ganarle la batalla. 

Hemos dado el primer paso.


Segundo paso: la biología y el cerebro.

Es el momento de intentar explicaros el componente biológico y cerebral de la depresión.

La farmacéutica Lilly tras años de investigación descubre que hay neurotransmisores que fallan en los estados depresivos siendo la serotonina el más importante de todos ellos y lanzan el Prozac  (fluoxetina es su nombre como genérico) siendo la  medicación más importante de los 90 tras su aprobación por la FDA a finales de los 80. Esto pone en marcha la teoría bioquímica de la regulación de los neurotransmisores. Pero ¿Cómo sintetizar serotonina de manera natural para al menos prevenir su déficit?... El triptófano es la clave y lo encontramos en los huevos, el pollo, semillas, salmón, frutos secos, soja, lácteos...

Abordemos ahora el fallo de nuestro reloj biológico, de nuestro ritmo circadiano y el efecto de la melatonina (eso que segregamos cuando nos toca ir a dormir, o mejor dicho cuando se hace de noche y nos dice... Vete a dormir). Todo ello, si no funciona, puede llevar a la llamada depresión estacional o trastorno afectivo estacional que lo provoca la falta de luz ambiental. Allá donde existe mayor densidad de nieblas, polución, nubes o grandes edificios que provocan sombra (también cuando en días de mucho calor, como este verano, nos quedamos en casa encerrados y bajamos las persianas. Ojo al dato), la incidencia de depresión es más alta como por ejemplo en países del este como Rusia, Bielorrusia y Lituania. Que además presentan la tasa más alta de suicidios.

Simplificando... La depresión surge, en ocasiones, por un problema de regulación de la serotonina y su neurotransmisión así como por la descarga de melatonina que debe realizarse cuando toca y no a todas horas. ¡Busca la luz no te escondas en tu cueva!

Por otro lado tenemos el sistema endocrino y la glándula tiroidea. Esa mariposa que tenemos delante del cuello. ¿Y si fuera un fallo de esa mariposa lo que provoca esa sintomatología?. Pues no está de más descartarlo pues muchos diagnósticos de depresión en realidad son un hipotiroidismo. A veces muy leve. Descartemos también otras enfermedades endocrinas o enfermedades autoinmunitarias relacionadas con síntomas depresivos.

Y por último comentaré la relación del fallo de las estructuras cerebrales con la depresión o viceversa. El hipocampo (donde se almacena la memoria y se producen los procesos de aprendizaje) se reduce, la amígdala (vital en las respuestas emocionales de estrés y la ansiedad) se agranda y finalmente se dañan la corteza prefrontal (clave para los procesos cognitivos superiores como la toma de decisiones, los pensamientos, el comportamiento social, la regulación emocional), la corteza cingulada (donde se pone en marcha la voluntad) y la ínsula (donde los sentimientos escriben su propia historia). Cuidemos nuestro cerebro... Ya veremos el Cómo.

Sin duda las diferentes teorías se solapan y se complementan. Y eso es lo primero que sería bueno entender.

Quizá el mejor ejemplo para comprender todo esto lo obtuve a través de la lectura este verano del libro "Cuando el cerebro dice basta" de Mariano Alló... Imaginemos el Gran Colisionador de Partículas o Hadrones que es un proyecto  desarrollado en Suiza y dónde comenzaron los trabajos allá por el año 2000. Trabajaron los mejores ingenieros electrónicos, químicos, programadores, mecánicos... Para dar lugar a la obra de ingeniería más importante realizada por el hombre. Más de 2000 científicos de todo el mundo, millones de piezas, cientos de ordenadores, interactuando de manera coordinada en los casi 28 Km de largo. Y en 2008 empezó a funcionar..., pero por poco tiempo ya que a los 12 días un fallo lo dejó inutilizable. Su reparación duró 1 año más. Era un pequeño fallo (posiblemente en la fabricación de uno de los componentes) que al principio no se le dió importancia pero que poco a poco hizo fallar otros componentes del sistema hasta que finalmente el sistema colapsa. ¡Y solo por un pequeño fallo de uno de los millones de esos componentes!. A veces un componente o varios de nuestros componentes pueden fallar como ocurre en la depresión y forzamos la "máquina" para que siga funcionando en lugar de parar y reparar el sistema. Pero no, lo forzamos y forzamos hasta que al final dice basta. Y puede ser cualquier componente de los millones que forman parte de nuestro sistema complejo de funcionamiento humano. Y ese fallo nos conduce antes o después  a no ser más que la sombra de nosotros mism@s. Por un fallo del sistema.






















Por lo que ya sean las hormonas, o el sistema endocrino, o la regulación de los neurotransmisores o los fallos en tu cerebro (derivados de tu genética, de tu metabolismo o de los condicionantes evolutivos ya ambientales que veremos más adelante) o un poquito de todo ello o de algunas de sus partes... Todo esto hace y debes aprender que tú no eres el/la responsable de tu situación y debes saberlo y deben saberlo los que en tu vida te quieran acompañar.

Ahora sí, te digo... Saldremos de esta.

 

Tercer paso: El sistema inmune, el sistema nervioso, la evolución... y las tormentas de citoquinas como respuesta inflamatoria (¿os suena del Covid esto de las citoquinas?)

Nuestro sistema nervioso no es capaz de reconocer la presencia de patógenos (bacterias, virus...) sino que necesita de proteínas o para entendernos mejor podemos llamarles "mensajeros moleculares". Estas son las citoquinas que alertan a todo el cuerpo de que hay un riesgo de infección y de que hay que poner en marcha todo el sistema de defensa. Esto es lo que se llama respuesta proinflamatoria (también se produce cuando nos vacunamos o cuando estamos estresados). Este tsunami de citoquinas e incluso bajos niveles de citoquinas nos producen la sensación de sentirnos enfermos... de que algo no va bien. Este sistema protector si es mantenido a largo plazo puede producir cambios importantes, y no para bien, en el cerebro, alterando la producción de serotonina (hormona de la felicidad) y dopamina (hormona de la motivación) y por ende provocando fallos en las conexiones y en la neuroplasticidad. Además, interrumpe la utilización del triptófano (vital para sintetizar serotonina como ya sabéis). Por lo que la conexión entre estas respuestas inflamatorias y la depresión comienzan a ser evidentes.


Las últimas investigaciones confirman que elevados niveles de la IL-6 (un tipo de citoquina) son capaces de predecir una futura depresión (incluso si están elevados en niños, predicen una depresión de adultos). Por lo que ya sea porque tenemos ese fallo de serie o bien porque lo provocan las infecciones o nuestro estrés por el modo de vida, la consecuencia es que al final nuestro cerebro se daña.

Llegado el caso sobre lo único que podemos tener algo de control es sobre aquello de lo que no tenemos nada de control habitualmente y se llama Respuesta al Estrés.

Nuestros ancestros (y hablo de nuestros primos de hace un par de millones de años) se estresaban, claro, pero de manera esporádica... cuando huían de los leones o se escondían de una tormenta o cuando eran atacados por otras tribus. Además, su expectativa de vida podría no alcanzar ni siquiera los 25-30 años. Sin embargo, nuestros estresores, los actuales, aparecen a todas horas, en cualquier segundo y duran días, semanas e incluso años. Por cualquier cosa ya sea pequeña o de magnitudes insospechadas. Y cuidado lo que hemos alargado nuestra existencia y con ella nuestro ESTRÉS. Y el estrés crónico aumenta la producción de citoquinas (especialmente IL-6) y ya sabéis lo que ocurre cuando eso pasa.

Pero los seres humanos somos únicos y diferentes a cualquier otro mamífero o ser vivo, tenemos una estructura cerebral clave en nuestro desarrollo evolutivo y no es otra que la Corteza Prefrontal y que sigue creciendo como estructura diferenciadora y no solamente es más grande, que el resto de la corteza, sino que presenta mayor complejidad en sus conexiones. Recordad que esta parte de nuestro cerebro (esa que ocupa la parte delantera, desde encima de nuestros ojos hasta donde ya decimos que no nos gusta la calva, mis hijos dirían... ¡Vaya loncha!) es la que nos ha hecho diferentes, "superiores" en la escala evolutiva (responsable de la creatividad, imaginación, percepción y regulación emocional, toma de decisiones, sociabilidad, abstracción... ¡Uff! y un sinfín de cosas más).

Pues aquí tenemos las 3 claves evolutivas por excelencia... la respuesta inflamatoria, la respuesta al estrés y la expansión de la corteza prefrontal. Que nos hizo evolucionar, para lo bueno y para lo malo. Y lo malo comenzó a nivel cerebral... cuando cambiamos nuestro modo de vida. Nuestro estilo de vida en los últimos 100 años ha variado más que en los cientos de miles de años anteriores. Y nos ha pillado a pie cambiado.

Ya no estamos amenazados por un león o por la lanza de un congénere de otra tribu, ni morimos por una herida o por la mordedura de un camello. Sin embargo, nuestra corteza prefrontal tiene la obligación de preocuparse por problemas "más gordos" como si hace calor, la discusión con la pareja, el examen de dentro de un mes, el partido perdido de nuestro equipo de fútbol, las noticias de un telediario de lo que suben los precios o la política de turno,... Y dispara el mecanismo biológico de adaptación como si corriéramos delante de un tigre, igual, igual. Por lo que las situaciones de estrés y las respuestas asociadas han pasado de ser agudas para llegar a ser crónicas, disparando esas respuestas multitud de veces en el mismo día.

Por lo que ya tenemos el circulo completo... predisposiciones genéticas/biológicas + interacción de las personas con su ambiente y/o procesos de respuesta inflamatoria + la presencia del "disparador" llamado Estrés, que principalmente daña a nuestra estructura clave que es la corteza prefrontal, que nos marca para siempre con la sintomatología típica de los estados depresivos, como vimos anteriormente.

Pero no olvides que sobre las respuestas al estrés si que tienes CONTROL.

... y al final llega la desolación, el abandono, la pena, la desconexión...

Necesitas ayuda.

En el conocimiento de lo que debemos evitar y en la adaptación a lo que es inevitable están las claves.

El camello es muy sensible a cualquier cambio en su vida, pero su adaptación a las condiciones más duras del desierto es excepcional. No le montes en un camión, ni le transportes por una carretera, eso sí súbete a él y te llevará donde quieras.

Cabalga sobre un camello por el desierto de tu vida. Pero debes indicarle adónde quieres ir y llévate compañía.

 

...necesitas ayuda y te puedo decir que sí, existe.

Existen diversas estrategias para ganar esta dura batalla. Estrategias que además son complementarias. El que exista una batalla es que existe una oportunidad. Oportunidad que tienes que hacerla tuya para así dar ese primer paso para "encontrarte mejor". Ese primer paso te hará sentir que puedes Ganar.

La estrategia multifactorial podría resumírtela en 3 pilares básicos fundamentales en el tratamiento de la depresión. Y no son excluyentes sino tremendamente integradores. Recuerda que hemos visto la multitud de factores que nos conducen al mismo problema.

Estos son los 3 pilares que te ayudarán a vencer esta dura batalla:

1. Ayuda Profesional: Este es el campo más amplio y el primero sin duda para empezar a salir del agujero negro donde ahora te encuentras. Consulta con los especialistas que están más cerca de ti y no son otros que los profesionales de Atención Primaria. Tu médico/a de atención primaria te conoce bien, te escuchará y podrá ir tanteando diferentes tratamientos no sin antes indagar en la existencia o no de otra enfermedad orgánica/biológica que pudiera detectarse con una simple analítica de sangre. Existen multitud de nuevos tratamientos antidepresivos con cada vez menos efectos secundarios que pueden serte beneficiosos (vortioxetina, escitalopram,  agomelatina, bupropion, fluoxetina, metilfenidato, noradrenalina, ketamina... cada uno para paliar el fallo de uno de esos neurotransmisores de los que os hablé), estar acertados con el tratamiento primero es lo ideal, pero tenemos más opciones y eso es bueno de recordar. Mejor un buen tratamiento que ningún tratamiento. A la par tu médico/a podrá ir solicitando consultas con especialistas tanto de Psiquiatría como de Neurología quienes te solicitarán pruebas para optimizar los tratamientos o diagnosticar algún fallo en las estructuras cerebrales o de conexiones nerviosas, así como descartar otras enfermedades. Por otro lado, estará tu enfermera/o de atención primaria quién puede conocerte mejor que nadie y puede escucharte y ayudarte a conocer la enfermedad y los diferentes recorridos a seguir tanto en los tratamientos como en los efectos secundarios y será sin duda un gran apoyo para ti y para los tuyos en todo este duro camino. Y finalmente debes acudir a un/una Psicólogo/a, el profesional que sin duda más podrá ayudarte a ganar la batalla pues conseguirá allanarte el camino para que te sea más fácil y te dará las llaves y las estrategias para continuar abriendo puertas y superando los obstáculos que vayas encontrando.

2. Ayuda Psicológica: Este tipo de ayuda en ocasiones es suficiente para superar el problema y es el hilo conductor del resto de tratamientos e intervenciones. La terapia cognitiva y/o cognitivo/conductual es la principal recomendación a la que se unirá estrategias básicas como la meditación y la "atención plena" (eso que llaman mindfulness) pero cualquier otro camino para conseguirlo es igual de satisfactorio, bien sea a través de la espiritualidad religiosa o el yoga o el encontrarse con uno mismo... La ayuda psicológica se completa con la ayuda social y familiar (pero desgraciadamente en ocasiones no existe). Por eso he querido dar a conocer esta enfermedad para que podamos llegar a entenderla todos/as y así poder ayudar en ese triste camino a las personas que queremos y que forman parte de nuestras vidas. ¿Qué podemos hacer los que podemos hacer algo? Es muy básico, a veces sólo se necesita "Estar Presentes". Estar ahí, al lado, para cuando necesiten de nosotros, para hablar o escuchar, para pasear o para sentarnos viendo pasar la vida, o para ser el hombro donde llorar o el muro donde lamentarse o la montaña que recoge el grito, pero no devuelve el eco.

3. Ayuda Vital o del Modo de Vida Personal: Y llega el momento de avanzar por el camino más complicado en la ayuda... Porque depende de ti cambiar y mejorar tus hábitos de vida y para eso necesitas de una energía que ahora seguro no tienes. Pero paso a paso, poco a poco, despacito, has de esforzarte (a tu ritmo) en hacer 3 cosas. La primera conectar con la naturaleza (sal a la luz del sol o de la luna, detente a escuchar el maravilloso sonido del mar o de un río o de las hojas de los árboles cercanos, o del dulce trino de unos pájaros en un verde parque, disponte a oler a pino o a humedad o a pasto seco...). Lo segundo, haz ejercicio, sin complicaciones, suave, sin exigirte. Pasear rápido en busca de las sensaciones que antes te comenté puede ser tremendamente eficaz para empezar. Y si llueve te llevas paraguas y si hace aire fuerte te llevas un chubasquero y si hace calor sales a primera hora de la mañana o a última hora de la tarde cuando tu cuerpo se encuentre en mejores condiciones y tu cerebro te lo permita. Y luego haz que el ejercicio diario pase a ser una necesidad. Lo tercero es la alimentación y sabemos que tiene un impacto directo sobre los procesos y sistemas inflamatorios, endocrinos y metabólicos. Comer mejor es garantía de éxito y creo que todos sabemos cómo comer mejor.

 

Si estás en fases tempranas de la depresión o es el primer episodio posiblemente con los puntos 2 y 3 puede ser suficiente dado que además de no presentar "efectos secundarios" las probabilidades de tratamiento con éxito son igual de altas que con el tratamiento farmacológico, suponiendo sin duda la mejor relación coste/beneficio. Si el episodio ya es recurrente o está siendo severo la medicación añadida aumentará esas probabilidades de éxito.

Pero sin duda y para finalizar, en la Prevención está la clave de la victoria. Tenemos la oportunidad de aprender, AHORA, estrategias de desarrollo de nuestra gestión emocional y de nuestra fortaleza psicológica para que cuando llegue el momento que sin duda nos traerá la vida, nos encuentre preparados para esa batalla que tendremos que librar todos. De hecho, esa batalla es una lucha continua de nuestro día a día, en el que el sufrimiento y el dolor (o las "simplezas" dañinas) pueden aparecer en cualquier momento y por ello y sabiéndolo, aprendamos a Vivir cuando esos momentos no habiten entre nosotros y a Luchar cuando sea inevitable.

Disfrutemos la VIDA que no es más que una continua lucha por Vivir.

 


Por José Manuel Párraga Sánchez

Gestión Emocional 3.0

metodoiris.parraga@gmail.com

 

8 de agosto de 2022

Querido Sky

 "Hoy es el día más hermoso de nuestra vida, querido Sancho; los obstáculos más grandes, nuestras propias indecisiones; nuestro enemigo más fuerte, el miedo al poderoso y a nosotros mismos; la cosa más fácil, equivocarnos; la más destructiva, la mentira y el egoísmo; la peor derrota, el desaliento; los defectos más peligrosos, la soberbia y el rencor; las sensaciones más gratas, la buena conciencia, el esfuerzo para ser mejores sin ser perfectos y sobre todo, la disposición para hacer el bien y combatir la injusticia donde quiera que esté". Miguel de Cervantes (en el Quijote). 

En ocasiones una buena lectura de un buen libro nos puede dar las claves para construir el mejor Presente posible y también un paseo con un buen amigo. En realidad la vida en nuestra "conciencia" no ha variado tanto desde hace siglos... ¿Verdad Querido Sky?

28 de julio de 2022

El tiempo que tenemos para vivir es AHORA

 "Cree en ti mismo como nunca nadie lo haya hecho"

El éxito en la vida consiste en seguir siempre adelante, en sentirse satisfecho con el esfuerzo y no solo con el resultado, en disfrutar del camino aunque no llegues a la meta.  
Ten perspectiva en lo que haces o sueñes hacer, visualiza tu futuro con lo que deseas y descubre las diferentes opciones que se presentarán ante tus ojos, decide con la ilusión de acertar, y sobretodo VIVE el PRESENTE, el AHORA.

Perspectiva (como ves tu vida es la primera clave)… ¿quién eres?, ¿dónde estás en la vida? Tu mente, la forma como ves tu vida y hacia donde vas, va a determinar tus éxitos en la vida.

¡Aquí es donde estoy yo!. No te hagas preguntas de porqué. No te limites diciendo, si sólo tuviera esto o aquello… puedes pensar en todas las cosas que no tienes… ¿pero eso sirve para algo?, ¿con eso construyes algo?… ¡NO! Porque ¿hay alguna forma de volver hacia atrás en el tiempo y cambiarlo? Depende de ti lo que harás HOY. Tus prioridades, tu "agenda diaria" van a determinar tus éxitos o tus fracasos.  CREE EN TI MISMO. A pesar de los que te digan ¡no puedes!, ¡no vales!, ¡eres un inútil!, ¡para qué te complicas!, ¡no sirves para nada!... con más fuerza, CREE EN TI MISMO. No te dejes llevar por las opiniones de otros, porque es sólo su opinión o su forma de ver su “desgraciada vida”…

Se una persona agradecida con lo que tienes… (por poco que creas que es) y sobre todo con el potencial que tienes… Conoce realmente donde te encuentras… Cuando sabes realmente dónde estás y quién eres en la vida y le das a eso un poco de valor… te haces grande porque tienes algo en ti mismo dónde apoyarte y que nadie, nadie te podrá quitar nunca… mira a tus ojos y descubre en ellos lo grande que eres… y aférrate fuertemente a eso y ese será el principio.
Una vez que conectas y conoces dónde estás… y te aferras fuertemente a las cosas positivas (por pocas que creas que son)… entonces concéntrate en ello, deja de pensar en lo que has perdido, en las oportunidades que has dejado pasar porque entonces seguirás dejándolas pasar… ten visión de estar alerta para que no vuelvan a pasar de largo delante de tus propios ojos.

“El día que creas que has alcanzado todo tu potencial, que has conseguido lo máximo… será el día que descubras que NO lo has alcanzado”… porque todavía tienes el día de hoy y puedes hacer aún MÁS, mucho MÁS.

Podemos decidir entre mejorar una vida o empeorarla… y los sueños, las metas, los objetivos… si alguno desaparece… ¡seguiré disfrutando del camino y  mirando las estrellas!... HAY TANTAS Y TANTAS ESTRELLAS POR DESCUBRIR. Decide cuál de ellas es la primera que deseas alcanzar, y después otra y otra.
Los únicos límites que tengo en mi vida, son los límites que me empujan a mí mismo. ¡Quiero una vida sin límites! Esa es mi visión.
Mis sueños, lo que quiero… ¡lo quiero ahora!… pero muchos sueños están por venir… sólo tengo que seguir soñando con ellos. Las cosas no van a venir solas… sólo pensando en ellas… tendré que moverme y dirigirme hacia ellas con todo mi potencial, con todos mis recursos, con todas mis fuerzas, con toda mi ilusión… con todas mis ganas… pero tengo que ir… ¡YO!... las cosas no van a venir solas… por mucha meditación o relajación que haga o por muchos sueños que tenga… ¡TENGO QUE IR YO A POR ELLAS!... PERO HOY… no lo voy a dejar para mañana...

Hay un tiempo ideal para todo, a lo mejor, para ti o para mi no es AHORA… pero está por venir, pero cuando llegue que no se nos escape de las manos, que no pase desapercibido, que nos encuentre preparados… Y aún sino llega ese tiempo ideal disfrutemos del tiempo que tenemos, no lo tires a la basura con excusas, lucha, ten valor, siente, acompaña, llora o ríe, grita o aprende del silencio, busca apoyos o pide ayuda pero no malgastes tu tiempo.

Decidiré por mi, decidiré los sueños con los que soñaré, decidiré con quien compartir mi vida… y decidiré HOY, no esperaré a mañana. Tendré la perspectiva de seguir soñando en visualizar mi futuro con la ilusión y decisión de que triunfaré… porque triunfa quien vive el presente. Y un Presente es un regalo. ¿Por qué estoy tan seguro?... Porque no voy a esperar a que me venga… iré a buscarlo con todas mis fuerzas… por pocas que sean.

Por José Manuel Párraga
Gestión Emocional 3.0
metodoiris.parraga@gmail.com
Una terapia diferente para un mundo diferente
¿Quieres que te ayude?


LinkWithin

Related Posts with Thumbnails