20 de mayo de 2013

Cuentos de mi vida: "Espuma de mar"


Pudo haber sido de otra manera, pero fue como fue.
Notaba como la espuma blanca llegaba hasta mis tobillos..., a cada golpe de oleaje la notaba más cerca. Allí estaba junto a mi, acariciando mis pies.... y mi alma.
Paseaba entre nubes de mar, pero con cierto tinte amargo en mi mirar.
Por más que lo intentaba no era capaz de terminar de arrojar mi coraza, mi enorme armadura oxidada, llena de miedos y de injustas decisiones no tomadas por mí... pero que me afectaban de lleno. 
Entonces me fijé en ello... estaba ahí, delante de mis propios ojos... era la espuma de mar, pero profanada por un tinte amarillento fruto del batir y batir sobre las rocas manchadas de la orilla. “Mi armadura amarillenta” pensé.
¡Es blanca! grité... y aunque a veces se vuelva amarilla, ¡es blanca!, no quiere ser amarilla, pero el contacto con la triste y en ocasiones sucia realidad la vuelve diferente, a veces amarilla, a veces gris y desgraciadamente en ocasiones negra.
Y ola tras ola, el mar intenta desprenderse de lo que no es suyo, de lo que no le pertenece... y al final siempre lo consigue. ¿Podré hacer yo lo mismo? No lo se... pero no hay otras opciones de solución, lo intentaré, lo intentaré y lo volveré a intentar... lograré desprenderme de lo que oscurece mi luz, conseguiré soltar el lastre, arrancaré lo que no forme parte de mi estrella y finalmente ¡será blanca!... mi espuma volverá a ser blanca.

Quiero seguir viendo mi espuma de mar blanca, será decisión mía acercarme a unos u otros y el color de tinte que pueda salpicarme... por ello intentaré que en mi vida nadie me haga desaparecer mi espuma blanca, tan sólo, no me acercaré “demasiado” a quien me lo pudiera ensuciar. ¿Te atreves a hacer lo mismo?

... y cuando tengas la ocasión de estar cerca de las olas, haz un esfuerzo por escuchar su voz que no es más que tu propia voz. Y en el fondo escucharás el latir de tu propio corazón... con un rítmico sonido que con gran esfuerzo te intenta decir...

A veces va, a veces viene...
aparece y desaparece

Dale tiempo al tiempo y tu espuma volverá a ser tan blanca como tú.  Eso sí, con tu esfuerzo y con el... ¡otra vez lo intento!
Por eso es bueno recordar que en ocasiones 
"ser generoso no es dar mucho... sino dar tiempo
Sé generoso contigo mismo y tu mismo te lo agradecerás.


© José Manuel Párraga (... de cuentos de mi vida)  

http://youtu.be/tHJJYfuy4Ec

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