Toucher-oeuf (3ª parte)
Queremos
“cambiar”... cambiemos.
Queremos
“querer”... podemos.
Queremos
“hablar”... hablemos.
Queremos
“solucionar”... afrontemos.
Pero
por favor no seamos DEFERENTES, seamos DIFERENTES.
Tenemos
un poder en nuestras manos, en nuestro conocimiento, en nuestra
conciencia... y se llama responsabilidad. Seamos responsables ante
los irreponsables cargos sacados del inem o de cualquier otro sitio (deferentes por
definición y con poca capacidad gestora y humana), y seamos responsables ante los irreponsables que
deciden que deben dirigirnos aquellos que ni siquiera pertenecen a
nuestra empresa... y que entran por la “puerta de atrás”.
Existen
lideres en nuestra empresa sanitaria, con capacidad de gestionar y liderar
equipos y con responsabilidad en la forma de hacer las cosas en las
que la visión es ganar-ganar, visión muy lejana de la gestión
actual en la que pervive el silencio oscuro de la falta de capacidad
por componendas políticas, sean del color que sean, muy alejadas de la realidad de nuestros
pacientes y de nuestros profesionales.
Con
todo esto os transcribo un trocito de un artículo de J. R. Repullo
(Jefe del Departamento de Planificación y Economía de la Salud,
Escuela Nacional de Sanidad, Instituto de Salud Carlos III)
[Por
lo tanto, la receta sería «desinversión en lo inapropiado y
reinversión en lo que añade valor», como un arma de racionalidad,
como guía de una nueva legitimidad en nuestra función clínica:
frente a políticos ilegítimos, gerentes atolondrados, líderes
médicos descarriados y compañeros demasiado deferentes.
«La
‘deferencia’ se refiere a obediencia, conformidad y
exigencia de respeto. Pero la deferencia no es inteligente, y además
es complaciente, arrogante, y venenosa para el pensamiento libre y la
innovación”
Extracto
de J.R. Repullo en Revista de Calidad Asistencial (S1134-282X_14_00024-4.pdf)]
Seamos
Diferentes...
nos cueste lo que nos cueste: Afrontemos
problemas con el objetivo de solucionar, Hablemos
y que nadie nos tape la boca, Podemos soñar con un escenario diferente cargado de responsabilidad y
CAMBIEMOS, podemos cambiar...Vaya que sí.
Ahora te eriges en el adalid de la revolución enfermera...pero mientras has estado calentando el sillon, no has abierto el pico, todo eran días de vino y rosa. Esta indignación sobrevenida es un falsete a destiempo. Otras lo llevamos denunciando hace mucho tiempo, sufriendo los recortes y daño a los derechos laborales y no has piado. Lo tuyo es más un cabreo resentido que una auténtica convicción ideológica. No me convences, se te ve el plumero.
ResponderEliminarEvidentemente hay una enorme diferencia entre usted y yo... usted va de anónimo... yo no. Evidentemente cada uno tiene su opinión... por ello no estoy de acuerdo en lo de calentar el sillón o abrir el pico, dado que seguramente no tiene objetividad al detallar mi trabajo en estos últimos años Sr anónimo (puede ser que ni siquiera tenga conocimiento de lo que hacía). ¿Donde he de mirar o de valorar sus denuncias?... para estar de acuerdo con ellas... o no. O son todas esas denuncias tan cobardes como este comentario en ANÓNIMO. Un saludo. Ahhhh y he decirle que efectivamente no tengo convicciones ideológicas... de ningún color. Con la ideología no se llega a ninguna parte... se llega con el trabajo bien hecho por parte de aquellos que tenemos la suerte (hoy en día) de trabajar.
ResponderEliminarDisculpe no es Sr. Anónimo... sino Sra Anónimo. Sigues sin mostrarte. ¿donde estás? A QUE TE DEDICAS? NO ERES CAPAZ DE IR DE FRENTE. ;-)
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